- Año: 2013
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Fotografías:Erica Ramalho, Marcelo Santos
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Proveedores: Sika
La elección de Brasil como país anfitrión de la Copa del Mundo de 2014 y la certeza "automática" de que el Maracaná sería el escenario de la gran final (incluso antes del anuncio oficial), fueron los puntos de partida a la necesidad de desarrollar una proyecto para modernizar y preservar el histórico estadio. La idea de la propuesta fue hacerlo tan moderno y eficiente como los mejores del mundo, asociado en este caso a una marca construida sobre más de 60 años de historia y simbolismo.
El principal reto del proyecto era conservar al máximo la estructura existente y, al mismo tiempo, hacer las mejoras necesarias, lo que sólo se hizo posible a través de pequeñas intervenciones. Un nuevo Maracaná "nace" dentro del antiguo para renovarlo, sin substituir lo existente. En este proceso, inevitablemente, algunas estructuras dejaran de existir para dar lugar a nuevos elementos incorporados y a otros que se recuperaron.
Así, se mantuvieron los tres ejes estructurales que hacen reconocible al estadio. La fachada se ha conservado y, con independencia del punto de vista, se sigue reconociendo al Maracaná como tal, intacto. La nueva cubierta (principal elemento incorporado en los nuevos estadios durante los últimos 20 años) no genera un impacto visual y no se ve desde el exterior.
El proyecto le asegura al público la certeza de estar en el Maracaná y, sobre todo, la sensación de que el Maracaná será eterno.
Revisa toda la previa arquitectónica del Mundial de Fútbol Brasil 2014, en el siguiente link.